martes, 15 de noviembre de 2011

MODELO DE COMENTARIO DEL TEXTO DE FEIJOO

Lo que tenéis a continuación es ese modelo de comentario del texto de Feijoo que hicimos en clase y que os dije que os daría, aunque la parte de la estructura no la he incluído porque creo que quedó claro. Este comentario es el mío, pero si os ayuda o por lo menos, os sirve de guía me doy por satisfecha. Además, todo en esta vida es mejorable.
                                                                                                                           Mª Jesús



MODELO DE COMENTARIO DE TEXTO.

“SIEMPRE LA MODA FUE LA MODA” DE B. J. FEIJOO.



TEMA.

Crítica al poder de la moda en la sociedad en los tiempos del autor.



CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS Y ESTILÍSTICAS.



Este texto combina la exposición y la argumentación puesto que el autor, el Sr. Feijoo reflexiona y realiza una crítica del poder de la moda en sus tiempos.

Teniendo en cuenta estas tipologías textuales, es mencionable la función apelativa del lenguaje (no hay que olvidar la finalidad didáctica de la literatura del s. XVIII, época en la que se inscribe este autor y por lo tanto, este texto), así como la emotiva, presente en aquellas secuencias en las que el autor manifiesta un marcado punto de vista personal (“Todo lo viejo fastidia”). Junto a estas funciones y puesto que el autor dota al texto de una aparente objetividad, hay que señalar también la función referencial y la poética en aquellas partes que muestran cierta elaboración y cuidado del lenguaje (“…en todos tiempos reinó la moda…).



En un nivel morfosintáctico son destacables las 1ª p. sg. en algunas formas verbales (“quiero decir, aún dije demasiado…”) con las que el emisor se involucra en el texto y manifiestan el carácter subjetivo del mismo. Pero junto a estas 1ª p., también aparecen 3ª p ( “fue, destruye,.”) con las que se muestra esa pretendida objetividad mencionada anteriormente. Este recurso es muy característico en la argumentación puesto que se refuerza y se dota de mayor credibilidad a la tesis defendida. Es por esto además, que aparecen muchas oraciones en modalidad enunciativa afirmativa (“Esto lo lleva de suyo la misma naturaleza, …)

En la sintaxis, hay que mencionar las oraciones simples que se agrupan sobre todo en la primera parte del texto, aquella en la que se expone el tema y la tesis, con la finalidad de que esta llegue de forma clara y contundente al receptor. En el resto del texto, se acumulan subordinadas adverbiales de todo tipo, causales (porque se juzga), concesivas (aunque el gusto mandaba), consecutivas ( de suerte que la moda…) con las que el autor desarrolla los argumentos a favor de su tesis.

En los tiempos verbales es importante la alternancia y combinación de Pto. P. S. (reinó), Pto. Imp. (mandaba) con presentes (manda) para comparar la moda en tiempos pasados y en los actuales del autor. Sobre este contraste (antes/ahora) se construye todo el cuerpo argumentativo.

El modo subjuntivo también está presente (sea, parezca) y confirma la subjetividad que muestra el texto.



Desde un punto de vista semántico, del estilo nominal lo destacable es la sustantivación abstracta ( moda, tiempo, mundo, vida, gusto…) ya que el tema desarrollado es de carácter humanístico (el ser humano, la sociedad y la moda).

La adjetivación no es muy abundante (lo que evidentemente está relacionado con el movimiento en el que se encuadra el texto, el Neoclasicismo, y su finalidad didáctica) pero los adjetivos que destacan son aquellos que tienen una importante carga valorativa (viejo, notable, airoso, tirano,importuno,..).

Las valoraciones negativas no solo se presentan a través de los adjetivos, sino también en verbos (fastidia, destruye, …), en sustantivos (inconstancia, impuesto,..). Por lo tanto, la connotación está presente en gran parte del léxico empleado.

En el nivel pragmático-textual, debe comentarse que la cohesión se consigue mediante diferentes procedimientos. Los conectores tienen una función principal organizando el discurso y estableciendo el contraste en el que se apoya el cuerpo argumentativo ( pero, antes, ahora,..) con lo que el autor consigue ordenar y estructurar de una forma lógica el texto. Además estos conectores de carácter temporal son los que organizan la refutación central (en tiempos pasados/en tiempos actuales)

La repetición de términos (moda, gusto,..) y el empleo de sinónimos y antónimos también consigue esta ordenación del discurso (viejo, nuevo, antiquísimos, mejor, peor,..)



TIPO DE TEXTO.



Teniendo en cuenta el análisis anterior, el texto es un ensayo literario escrito por el Sr. Feijoo, autor muy destacable de la prosa del s. XVIII y por lo tanto del Neoclasicismo. La importancia de este escritor se basa sobre todo en sus escritos ensayísticos perteneciente este a su obra, Teatro crítico universal . De hecho, muchas de las características del movimiento en el que se inscirbe se manifiestan en el texto comentado: finalidad didáctica, claridad, sencillez,.. No obstante y no perdiendo de vista el carácter literario del mismo, son mencionables algunas figuras retóricas como el paralelismo (Antes el gusto mandaba, ahora la moda…; antes se atendía…ahora se admite…), la personificación (en todos tiempos reinó la moda…, la moda se ha hecho un dueño tirano), incluso en la ironía con la que comienza (siempre la moda fue la moda).





                                                                               Mª Jesús Gómez.

lunes, 14 de noviembre de 2011

VALORACIÓN CRÍTICA

OS DEJO AQUÍ UNA BUENA VALORACIÓN CRÍTICA.
Está en el camino de lo que debe ser la valoración personal de una obra.
EL SÍ DE LAS NIÑAS
El sí de las niñas es una comedia del dramaturgo y poeta español Leandro Fernández de Moratín publicada en  1806 y  perteneciente al movimiento de la Ilustración. Este supuso una vuelta a los clásicos, conocida como Neoclasicismo. En el teatro se caracterizó por seguir tres postulados básicos: tres actos, unidad de tiempo y lugar (El sí de las niñas transcurre en un tiempo inferior a doce horas en un mismo sitio, una posada de Alcalá de Henares) y unidad de acción (una sola trama que gira en torno a doña Paquita y su futura boda).
Doña Paquita es una joven enamorada de don Carlos que sin embargo se ve obligada  a casarse con un hombre bastante mayor que ella, don Diego, por voluntad de su madre, doña Irene. Sin embargo, don Diego descubre que el verdadero amor de la chica es su sobrino, y decide dejar que venza el amor de los jóvenes antes que su matrimonio concertado.
La estructura de la obra se divide en tres actos. En el acto I se presentan los personajes y el problema de un matrimonio en el que la joven doña Paquita se ve envuelta por la influencia de su madre sin tener ella apenas voz. En el acto II aparece el verdadero amor de doña Paquita, don Carlos, que promete que no permitirá la boda, aunque al terminar el acto este se ve obligado a retirarse, reflejando el respeto que siente hacia su tío tras descubrir  que es el futuro marido.  En el acto III don  Diego descubre por una carta, que don Carlos envía a doña Paquita, que esta está enamorada de su sobrino. Finalmente decide retirarse para que los dos enamorados puedan comprometerse, teniendo así un feliz desenlace.
De los personajes es interesante destacar a los dos mayores, doña Irene y don Diego, dadas las conversaciones que tienen para concertar el matrimonio. Doña Irene es una mujer anclada en sus tradiciones que maneja el futuro de su hija y que intenta esquivar las preguntas de don Diego sobre la voluntad de la joven. Resulta llamativo como en momentos en los que se encuentran los tres personajes (doña Irene, don Diego y doña Paquita) y el hombre quiere dirigirse a la chica para saber qué le parece y cuáles son sus sentimientos, interrumpe repetidas veces doña Irene, acallando cualquier duda o vacilación que pudiese mostrar la hija, lo que tiene una relación directa con el título de la obra El sí de las niñas, que es en realidad un sí invisible probablemente por inexistente, una decisión que toman otros por las chicas, en este caso, por doña Paquita.
El personaje de don Diego resulta especialmente particular pues se interesa directamente por doña Paquita. Parece así que el autor quiere levantar la voz de la mujer, hacerla partícipe directa sobre lo que ocurre en su vida, un hecho que resulta bastante adelantado para su momento. Además, a través de don Diego, Moratín aprovecha para criticar un sistema en el que la educación de las jóvenes se construye desde su silencio pasando por la sumisión y el temor, como bien se refleja en la protagonista. Sin embargo, Moratín no resulta del todo consecuente dado que no deja clara una conclusión respecto a un tema tan importante. Incluso el desenlace de la obra resulta demasiado feliz, parece que todos los personajes estén conformes y con ello zanja la cuestión.
Cabe destacar por último el lenguaje asequible de la obra, dado su carácter didáctico, (la intención del autor es que se entienda su postura a través del tema que desarrolla) lo que consigue con un modo natural y sencillo de diálogo, casi familiar.
María Muñoz